Hoy abordamos en nuestro blog un tema que nos han preguntado numerosas veces en nuestras tiendas: la importancia de alimentarse bien para dormir mejor. Las distracciones, repasar los problemas del día a la hora de irse a la cama y lo que has consumido en la cena son elementos cruciales a la hora de conciliar el sueño.
“El sueño alimenta” es una expresión que se usa mucho sobre todo en los bebés, en los que el sueño les ayuda a desarrollarse y crecer. ¿Somos los adultos tan diferentes? Pues sí, la respuesta es afirmativa y rotunda, porque si dormimos bien es porque te alimentas mejor.
Hoy en día, está demostrado en numerosos estudios que si alteramos el sueño, puede aumentar la diabetes, mortalidad prematura y también la obesidad. Según un estudio de la Universidad de Laval en Québec, entre adultos de 21-64 años, todas aquellas personas que dormían menos eran más propensas a ganar kilogramos que las que dormían de 7 a 9 horas diarias.
El vínculo sueño – apetito
La relación entre descanso y alimentación es bidireccional: ya que el sueño no sólo afecta a nuestra dieta sino que también lo hace, a la inversa, cómo comemos influye en cómo dormimos.
De ahí la importancia de no acostarse después de una comida copiosa, no consumir estimulantes y lo más importante: cenar mínimo 2 horas antes de irse a dormir.