Mucha gente sigue pensando que la meditación es una práctica esotérica o una actividad propia de los hippies. Nada más lejos de la realidad, hoy en día, está demostrado al 100% que practicar la meditación trae enormes beneficios para tu salud y felicidad. ¿Quieres saber cuáles?
1-Aumenta tu felicidad y tu salud
Las investigaciones muestran que la meditación: incrementa las emociones positivas y la satisfacción en tu vida, estimula tu sistema inmunológico, disminuye tus dolores y las inflamaciones.
2-Incrementa tu vida social
¿Pensaste que la meditación es algo solitario? Piénsalo bien. Las investigaciones aseguran que incrementa las conexiones sociales y reduce la soledad.
3-Ayuda a tu corazón
Meditar mejora la empatía y la compasión, promueve la solidaridad e incrementa la resiliencia en momentos difíciles.
4-Gana la batalla a la melancolía
Se ha demostrado que practicar meditación disminuye los niveles de ansiedad, el estrés y ayuda a combatir la depresión.
5-Incrementa tu sabiduría y te ofrece perspectiva
¿Sientes alguna vez que no puedes ver el bosque? ¿Te falta perspectiva? Prueba a meditar un poco para dar un paso atrás y puedas tener una visión más global de todo.
6-Mejora tu cerebro
Está demostrado que, meditando, incrementas el grosor cortical, especialmente en áreas relacionadas con la introspección y la atención. Que ayuda a que aumente la materia gris relacionada con la memoria (el hipocampo) y el pensamiento (área frontal). También algo reseñable es que crece el volumen del cerebro, especialmente donde están las emociones positivas y de autocontrol.
7- Te ayuda a conciliar el sueño
Entre algunas de las finalidades de la meditación, es la de guiar a la mente a crear el estado anímico que se desea. No sólo se puede meditar cerrando los ojos y en un lugar especial, la meditación puede llevarse a cabo en cualquier lugar y sirve para que cada noche puedas conciliar mejor tu sueño. Para comenzar te proponemos este ejercicio durante 15 días antes de irte para la cama.
1- Apaga la luz de la habitación y siéntate en tu cama.
2. Cierra los ojos y elige un sonido para repetirlo y emitirlo de forma continua… por ejemplo “la,la,la..” durante 15 minutos.
3. A la vez que emites el sonido, concéntrate en relajar la mandíbula, el cuello y todo tu cuerpo.
4. Pasados los 15 minutos, acuéstate y deja que el sueño te venza.
Después de todas estas ventajas, ¿por qué no te animas a comenzar a meditar?